Ambiente
Ambiente y Energía Eléctrica: Construyendo un Futuro Sostenible
Ambiente es el “Entorno vital: el sistema constituido por los elementos físicos, biológicos, económicos, sociales, culturales y estéticos, que interactúan entre sí, con el individuo y con la comunidad en la que vive, determinando así la forma, carácter, comportamiento y supervivencia de ambos” Gómez Orea (2010)
El medio ambiente representa todo aquello que nos rodea: el aire que respiramos, el agua que bebemos, los suelos que nos sostienen y la biodiversidad con la que convivimos. Es en este entorno donde los seres humanos llevamos a cabo nuestras vidas, realizando actividades diarias que contribuyen al equilibrio de nuestra subsistencia. Una de estas actividades esenciales es el uso de la energía eléctrica, una fuente de desarrollo y comodidad, pero que también implica desafíos importantes en cuanto a su sostenibilidad y cuidado del entorno.
¿Cómo se Produce y Distribuye la Energía Eléctrica?
La energía eléctrica que utilizamos en nuestras casas, empresas e industrias pasa por una serie de etapas que van desde su generación hasta su distribución final. Estas etapas incluyen:
Generación de Energía: La generación de electricidad puede realizarse mediante diferentes fuentes, cada una con su propio impacto y características:
Energía Térmica: Esta energía se produce mediante la quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas o el petróleo. Si bien es una fuente muy utilizada, su impacto ambiental es considerable, ya que libera gases de efecto invernadero.
Energía Hidráulica: Se obtiene a través del aprovechamiento de la fuerza del agua en movimiento. Aunque es una fuente renovable y limpia, la construcción de represas puede afectar ecosistemas acuáticos y terrestres.
Energía Solar y Eólica: Son energías limpias que aprovechan la radiación solar y el viento, respectivamente. Tienen un impacto ambiental mínimo en comparación con otras fuentes y se consideran esenciales para un futuro energético sostenible.
Biomasa: Esta fuente aprovecha desechos orgánicos para generar energía. Además de reducir residuos, es una alternativa renovable con un impacto ambiental moderado.
Transporte de Alta Tensión: Una vez generada, la energía debe trasladarse a largas distancias hasta los centros de consumo. Este transporte se realiza a través de líneas de alta tensión, que permiten minimizar las pérdidas de energía en el trayecto. Este proceso requiere una infraestructura robusta y segura para evitar riesgos para el medio ambiente y las personas.
Distribución para el Uso Final: Finalmente, la energía es transformada y distribuida a una tensión más baja para que sea segura y accesible en su uso residencial, industrial, en el alumbrado público, y en otros ámbitos de la vida diaria. La correcta distribución es esencial para mantener la seguridad y eficiencia en su uso.
Normativa
En la provincia de Buenos Aires, la Ley 11769 y su Decreto Reglamentario N° 2479/04 otorga al OCEBA la función de asegurar adecuadamente la protección del medio ambiente, basándose en:
La prevención de la contaminación y la minimización de los impactos producidos por la actividad eléctrica (generación - transporte - distribución) a través del control y seguimiento del desempeño ambiental de los actores del mercado eléctrico.
El cumplimiento de la legislación ambiental vigente y de las normas a las que adhiera y de las que dicte el propio Organismo de Control.
Impacto Ambiental de la Energía Eléctrica y su Regulación
Cada etapa en el proceso de generación y distribución de energía tiene un impacto ambiental que, de no ser controlado, podría resultar perjudicial para los ecosistemas, la salud humana y el bienestar animal. Estos impactos pueden ir desde la emisión de gases de efecto invernadero hasta el cambio en los hábitats de especies locales.
Por ello, existen normativas técnicas tanto a nivel provincial como nacional que regulan todas estas actividades. Estas normativas incluyen límites de emisiones, medidas de seguridad para evitar accidentes y procedimientos para minimizar la alteración del entorno natural. Cumplir con estos estándares no solo garantiza una actividad segura, sino que también promueve un desarrollo energético que sea compatible con la conservación del medio ambiente.
Aspectos ambientales a tener en cuenta
Los aspectos ambientales más comunes en la distribución eléctrica que pueden tener un accionar negativo está dado por el comportamiento de los transformadores, y ellos son:
- Pérdida de líquido aislante refrigerante y que tome contacto con el suelo (Res. OCEBA 811/02 art 1).
- El ruido molesto al vecindario (Nivel de ruidos de los transformadores) el mismo en general es muy bajo, pero puede ocurrir que el mismo supere el valor admisible fijado por las normas y se torne un ruido molesto. (RES. OPD S159/96).
Otros aspectos ambientales más importantes a tener en cuenta son los referidos a:
- Radio interferencia.
- Tensiones de contacto y paso.
- Manejo y disposición de residuos sólidos.
- Manejo y disposición de residuos especiales.
- Niveles de tolerancia para campo electromagnético.
En el caso que los usuarios interpreten que algún aspecto ambiental estuviera incidiendo en forma negativa al medio ambiente, deberán reclamar a la distribuidora para que actúe sobre el mismo, o en el caso de ser necesario, que ésta proporcione la correspondiente explicación. De no ser convincente el resultado expuesto por la distribuidora, deberá recurrir al OCEBA para que se proceda de acuerdo a las normas ambientales respectivas.
Sustentabilidad - Cuidado Ambiental
Compromiso con un futuro sostenible
Para lograr un equilibrio entre el desarrollo humano y el cuidado ambiental, es fundamental que todas las partes involucradas—desde empresas energéticas hasta consumidores—adopten prácticas responsables. Esto incluye el uso racional de la energía, la inversión en energías renovables y el apoyo a iniciativas que buscan reducir el impacto ambiental de la producción de electricidad.
En definitiva, el medio ambiente y la energía eléctrica están profundamente interconectados. A medida que avanzamos hacia un futuro más tecnológico, es nuestra responsabilidad asegurar que ese progreso también sea verde y sostenible, para que las generaciones futuras puedan disfrutar de un planeta en equilibrio.
Eficiencia Energética
La Eficiencia Energética se refiere a la cantidad de energía útil que se puede extraer de un sistema o tecnología específica. En la práctica, este concepto se enfoca en optimizar el desarrollo de productos, procesos y servicios que consumen energía, con el objetivo de disminuir su demanda. Así, estas tecnologías y servicios lograrían realizar las mismas funciones y ofrecer los mismos beneficios, pero utilizando menos energía.
El uso eficiente de la energía es una forma de reducir el impacto ambiental y asegurar los recursos para una vida confortable.
Beneficios del uso eficiente de la energía
- Se reduce la huella ambiental
- Se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero
- Se reduce el consumo de combustibles
- Se reduce la contaminación
- Se protegen los equipos eléctricos
- Se reducen las facturas de energía
- Se mejora la calidad de vida
Impacto ambiental del uso de la energía
- Aumenta el consumo de recursos naturales
- Genera residuos
- Contribuye a la degradación de la capa de ozono
- Contribuye al cambio climático
- Contribuye a la degradación de la biodiversidad
Cómo usar la energía de forma eficiente
- Utilizar tecnologías y prácticas que optimizan el consumo de energía
- Adoptar principios de seguridad en las instalaciones eléctricas
- Consumir energía de forma selectiva y responsable
Uso Responsable
El Uso Responsable busca complementar los esfuerzos de la Eficiencia Energética al promover el cuidado y el uso adecuado de todas las tecnologías. Se trata de un conjunto de acciones destinadas a disminuir el consumo de energía mediante un uso más eficiente e inteligente.
En términos de actividad, el Uso Responsable existe antes que la Eficiencia Energética, ya que se relaciona con los hábitos de consumo de cada persona.
En varios países, también se le conoce como Conservación o Uso Racional.